miércoles, 30 de abril de 2008

A lo Barney Gómez

O también podría ser digno alumno del lagarto. Si bien no es algo que me llene de orgullo, tampoco me arrepiento en lo más mínimo. Puede que me haya mandado algún moco en semejante estado, pero (hasta donde recuerdo) no ocurrió nada grave. Hasta el día de hoy acuso como culpable a la falta de oxígeno, producto de los casi 4000 m de altura sobre el nivel del mar. Pero, qué se le va a hacer, en una fiesta de año nuevo hay que pasarla bien como se pueda, aunque esto involucre evacuar la cena, chamuyarse a la mina más fiera del lugar y quedarse dormido en el patio. Y, obviamente, chupar como condenado. De más está decir que dos días después volví a estar en el mismo estado.

Observar, por favor, la mirada desviada, la napia enrojecida y las misteriosas manchas en el buzo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

nico en pedo?? naaa....no lo creo